El aceite de oliva es un producto muy valorado por sus beneficiosas propiedades y su alto contenido en vitaminas.
Como cualquier otro producto de consumo, siempre dependerá del tipo de aceite que estamos utilizando para saber si es saludable o si no lo es. En concreto, una de las dietas más alabadas internacionalmente es la dieta mediterránea, cuyo principal componente es el aceite de oliva, que se caracteriza por su alto valor en proteínas y vitaminas. Pero, ¿cómo se obtiene ese tipo de aceite?
El aceite de oliva se extrae directamente de las aceitunas que crecen en el árbol del olivo cuando están en el momento preciso de maduración. Para fijar la fecha de recolecta es necesario contar con unos expertos llamados oleólogos y para la recogida es imprescindible establecer un sistema que evite dañar el fruto. La elaboración del aceite pasa por varias fases, cuya principal protagonista es la "almazara": primero, se muele la aceituna para pasar a una gran batidora que dará como resultado una sustancia que pasa al proceso de extracción del aceite en sí para refinarlo. El siguiente paso es la cata del aceite, que dará como resultado la máxima calidad, como la que se alcanza en el Aceite de Oliva Virgen Extra.
En cuanto a los usos que se le puede dar al aceite de oliva, uno de los más recomendables para no modificar sus nutrientes y garantizar la exquisitez de su sabor es utilizarlo en crudo para aderezar ensaladas y platos que harán las delicias de los paladares más delicados.