Aunque las empresas están cada vez más concienciadas sobre el poder de Internet y habituadas a utilizarlo para sus fines comerciales, todavía es muy común cometer una serie de errores a la hora de crear la web corporativa. La clave del éxito: conocerlos y

Parece que cuando contratamos a un diseñador podemos olvidarnos de todo y dejar el trabajo en su totalidad en sus manos, sin embargo, debemos ser conscientes de que no todo depende del diseñador, sino que nosotros tenemos responsabilidades importantes en la creación de nuestra web corporativa.

A continuación te resumimos los errores más usuales que podemos cometer como empresarios al contratar a un diseñador web:

 

  • Creer que el diseñador es responsable de todo el trabajo, es muy difícil describir y vender nuestra empresa en Internet sin conocerla. Tendremos que facilitarle, por lo tanto, todo el material que necesite: textos, imágenes, vídeos, manual de identidad corporativa… y dejarle clara la filosofía de nuestra empresa, nuestra trayectoria, los servicios y productos que ofrecemos, quién es nuestro target y, lo más importante, nuestro objetivo.
  • Pedir todo de forma acelerada y no cumplir con nuestra parte de trabajo. Si queremos el diseño para la semana que viene, asegurémonos de que el diseñador tenga todo lo que necesita para poder cumplir los plazos.
  • Entregar los archivos al diseñador con una calidad pobre. Tenemos que asegurarnos que todas las imágenes, por ejemplo, tengan una calidad suficiente, no basta con que entreguemos al diseñador un archivo .doc o.pdf, al menos, si queremos un mínimo de calidad en nuestra web.
  • Alejarnos de nuestro objetivo comercial. Muchas veces nos dejamos llevar por un diseño espectacular pero que no va a ayudarnos a alcanzar nuestra meta empresarial o comercial. Nuestra página web tiene que ser funcional desde la perspectiva de nuestro plan de empresa.
  • Dejar que el diseñador decida el hosting y el nombre de nuestro dominio. Tenemos que cuidar cada uno de los detalles y decidir sobre cuestiones tan importantes por nosotros mismos, el diseñador puede aconsejarnos, pero el futuro en juego es el de nuestra empresa, no de la del diseñador.
  • Finalizar la relación con el diseñador web una vez terminada la página. Necesitaremos un mantenimiento y una renovación constantes: mejoras del diseño, adaptaciones legislativas, nuevos contenidos, integración con nuestras redes sociales

 

Una página web corporativa es una inversión, no un gasto, pues será una pieza clave para captar más clientes y ganar visibilidad y reputación.

 

Imagen: MyEyeSees.

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