Estos pequeños frutos son el origen de esta gran confusión, ¿son lo mismo?

Pues la respuesta a esta pregunta es no, la picota y la cereza no son lo mismo, pero vayamos por partes. Tanto la picota como la cereza pertenecen al género prunus, sin embargo, existen más diferencias entre ellas que el indudable valor comercial de la picota, originaria del Valle del Jerte.

 

A nivel visual, lo primero que podremos apreciar es que la picota no tiene rabo, pues, al recolectarla, el rabo se desprende de forma natural de la fruta y se queda en el árbol. Ello se ha conseguido después de un proceso de selección a lo largo de décadas, que también ha dado lugar al color oscuro característico de la picota y a un calibre generalmente mayor que el de la cereza.

A nivel de palatabilidad, la picota es más dulce y carnosa que la cereza y produce ese característico crujir en la boca. La cereza, por su parte, es mucho más ácida, suelen tener un color más claro, más rojizo, y se recogen con rabo, lo que hace que se conserven intactas durante más tiempo.

Finalmente, la picota y la cereza también se diferencian en cuanto a su temporada de maduración y de recolección. La temporada de cerezas suele ser anterior a la de la picota, de mayo a junio, mientras que podemos encontrar picotas de temporada en el mercado hasta mediados de julio.

 

Imágenes: Adrian Midgley, Caro Wallis

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