¿Una empresa puede ser solidaria y sostenible? La imagen que tenemos de la empresa es negativa, sobre todo si intentamos asociarla al ámbito social. Pero la responsabilidad social de las empresas existe y es cada vez más común.
Las empresas forman parte de la sociedad y por tanto son responsables de lo que en ella sucede, y lo son a nivel interno, para con sus empleados y, de forma externa, con el entorno en que se ubican y desarrollan su actividad.
Deben y pueden combinar la racionalidad y la sostenibilidad con el progreso económico.
La ley 5/2011 de 29 de Marzo, regula un espacio que, hasta este momento, se desarrollaba en un vacío legal. Así, se determinan los principios que deben regular el conjunto de actividades económicas y empresariales, y que van desde la primacía de las personas y del fin social, sobre el capital, creación de empleo de calidad y estable, promover el desarrollo local y el respeto a los valores de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente y la toma de decisiones, contando con la participación de las personas que conforman la organización laboral, pensando siempre en las receptoras de las mismas.
La forma jurídica que pueden adquirir las empresas de economía social es variada: cooperativa, fundación, empresa de inserción laboral, asociación, centro especial de empleo y sociedad laboral.
Es una forma de demostrar que otra manera de hacer negocio es posible, sin perder por ello, beneficios económicos.