Todos y todas hemos escuchado o leído sobre el techo de cristal, pero ¿sabemos lo qué es? ¿es lo mismo que el “suelo pegajoso”?

“Se denomina así a una superficie superior invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.” Mabel Burín, Doctora en Psicología Clínica y psicoanalista, especialista en Género y Salud Mental.

Es un límite invisible, consecuencia de la socialización de género, que impide a las mujeres acceder a puestos de responsabilidad en diferentes organizaciones laborales, públicas o privadas, ya que la disponibilidad temporal y espacial de éstas está limitada en la mayoría de las ocasiones por el género y lo que conlleva socialmente, ser mujer.

Los roles y estereotipos de género marcan esa diferencia de posición y situación de las mujeres respecto a los hombres, unidos al peso de la educación diferencial, la auto desconfianza de las propias mujeres respecto a su capacidad y la doble carga, la emocional o privada y el desarrollo de su carrera profesional en el ámbito público.

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