“Sincericidio” es un término cada vez más utilizado sobre todo en comparación con sinceridad.

Más de una vez he dado muestras gratuitas de lo que consideraba “sinceridad”, al puro estilo de Melvin, el personaje protagonizado por  Jack Nicholson en la película “Mejor…imposible”. Me siento identificado con la escena en el restaurante donde le dice a Carol, encarnado por Helen Hunt; “No entiendo este sitio, a mi me hacen comprar un traje nuevo y tú puedes vestir de andar por casa”. Es un auténtico alarde de sincericidio.

Pues en más de una ocasión he dicho…Mira yo soy muy sincero por eso te lo tengo que decir; “me gustaba más antes”, “¿has engordado?”, “hablas demasiado, ¿no?”... y en mi opinión la sinceridad no tiene nada que ver con decir siempre lo que pensamos.

Ser sincero para mí, a día de hoy, como dice André Maurois  es  “no decir nunca lo contrario de lo que se piensa”. Y además colar casi todas mis palabras por un pasapurés, ya que me es más importante tener en cuenta, como puede dañar aquello que voy a decir a la persona que tengo delante.

Porque también he tenido que repetir más de una vez la frase; “no entiendo porque te pones así, si yo te lo digo por tu bien”. Por eso elijo, ser consciente de la bofetada que pueden suponer mis palabras y de las posibles consecuencias que pueden tener.

Y prefiero preguntarme antes de abrir la boca; ¿para qué le voy a decir esto a esta persona?, ¿qué gana si se lo digo?, ¿cómo le puede afectar lo que le voy a decir?...ya que de tanto hablar sin tapujos, y pavonear mi sincericidio “Melvin style” resultó que daba miedo y alguna que otra persona muy querida acabó desapareciendo de mi vida.

Ángel Palomo. Coach Ejecutivo

Eva Gasques. Coordinadora Escuela Cetren Formación

(Bibliografía: Bill Watterson “Calvin y Hobbes. Un mundo mágico” (2012). Ediciones B)

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Ángel Palomo García Ángel Palomo García es coach ejecutivo especializado en las áreas del deporte y el ferrocarril