El Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém.
Comenzado a construirse en el siglo XVI, es uno de los monumentos más importantes de Portugal y pieza clave del estilo manuelino. La portada occidental es la que nos permite entrar en la iglesia, una muestra muy valiosa de la transición del gótico al renacimiento, que invita a fijarse en todos sus detalles. En la portada meridional, encontramos entre otros personajes a Enrique el Navegante, figura clave de la expansión marítima portuguesa. El interior de la iglesia, impresiona por sus esbeltas columnas y bóvedas que da amplitud al edificio, ayudado también por la especial luminosidad y la decoración manuelina. La capilla mayor, de estilo renacentista, cuenta con cinco cuadros que cuentan la Pasión de Cristo. Lugar destacado en la iglesia ocupan las tumbas manuelinas del navegante Vasco de Gama y del poeta Luís de Camões, de bella realización.
Este monasterio debe ser lugar de visita obligado, aunque hay que reconocer que los fines de semana y festivos se pueden originar colas para acceder al mismo. Quizá sea conveniente planificar nuestra visita a este lugar entre semana... Y eso que nos falta hablar del famoso claustro de los Jerónimos.
Fotos de Manuel González.