La Eficiencia Experimental Empresarial asegura resultados muy positivos en cualquier empresa.
En cualquier empresa u organización resulta inusual poner en práctica todas aquellas acciones que se encuentran planificadas para llevar a cabo en algún momento de su trayectoria. La capacidad de reacción se impone como uno de los requisitos de supervivencia en el tejido empresarial en cualquier lugar de mundo, con lo que más vale asegurarse un margen de actuación asentado sobre las bases de la seguridad.
Pues bien, la Eficiencia Experimental implica no dejar ningún detalle a la improvisación, probando empíricamente cada una de los proyectos que vayan surgiendo. En el ámbito profesional resulta muy común que surjan diferentes inconvenientes que ha de ir resolviéndose sobre la marcha, y con este tipo de estrategia ya tendremos establecidas las soluciones para ponerlas directamente en práctica. Un claro ejemplo puede ser una simple avería en alguno de los eslabones de una cadena de producción, ya que si tenemos preparado una herramienta de sustitución que haya sido previamente probada, entonces eliminaremos cualquier posibilidad de ralentizar o interrumpir todo el proceso.