Con imaginación, resulta muy sencillo hacer disfraces caseros para la noche de Halloween.
En la tenebrosa noche de Halloween, que se extendió desde el continente americano hacia el resto del mundo, los disfraces constituyen un elemento esencial para acudir a cualquier evento de esta temática. Pues bien, en casa se pueden elaborar distintos complementos con los que no pasemos desapercibidos:
- Gorro de bruja: para elaborarlo, son necesarios dos pliegos grandes de cartulina negra. Con el primer pliego, haremos un cuadrado recortando los lados; y después, formaremos un “cucurucho” (pegando el borde de la cartulina con la estructura del cono). En el otro pliego, dibujaremos una circunferencia a la medida del cono (que debe coincidir con la de la cabeza), dejando unos centímetros en la parte interior y en la exterior; sirviendo la primera como pestaña en la que haremos unos cortes y pegaremos al cucurucho, y la exterior, actuará como el ala del sombrero.
- Hada: seguiremos los mismos pasos que para el gorro de bruja, aunque, en este caso, utilizaremos cartulina blanca, no recortaremos el ala del gorro y en el extremo del cucurucho, pegaremos un trozo del tul de color blanco. Otro elemento esencial de este disfraz es la varita mágica, que crearemos recortando un trozo de cartón en forma de estrella, lo forraremos con papel de plata, y le pegaremos cualquier palo de color blanco.
Ambos gorros, sólo hay que combinarlos con adornos brillantes como purpurina o confeti de colores; y utilizar ropa negra para el disfraz de bruja y blanca para el de hada.