La discriminación femenina es reconocida social y legalmente, pero existe otra discriminación, la que sufren muchos hombres y es silenciada.
Algunos locales de ocio, como restaurantes y bares, a raíz de la crisis sufrida a principios del siglo XXI, han lanzado promociones. Una de las muchas que se han ofertado, son los cupones descuento, exclusivamente para mujeres. Es cierto que en esta medida, la figura de la mujer se utiliza como reclamo, pero también hay un hecho, el agravio económico que implica para los hombres.
Pero no sólo con medidas así son discriminados los hombres, acciones positivas en el ámbito laboral también producen un efecto discriminatorio y apenas se habla del hombre maltratado, sin que exista ninguna institución que defienda los intereses de este grupo poblacional. Si bien es cierto, que numéricamente, no es comparable con el número de mujeres víctimas de violencia de género, existen.
La ley que regula las separaciones y divorcios favorece a la mujer, en perjuicio del hombre, basándose en roles y estereotipos de género, que no siempre se cumplen. Muchos hombres se sienten y son discriminados, también los hay que se sienten maltratados, pero es una realidad que no transciende, ya que el miedo, al rechazo social y el miedo a la burla, impiden que se de a conocer. Es cierto, que las mujeres han sido discriminadas a lo largo de la historia, pero no debemos olvidar que los hombres, en ocasiones, también sufren la desigualdad.