Muchas veces escuchamos a los presentadores del Telediario hablar de los impuestos directos y de los indirectos. Si hasta ahora no tenías muy clara la diferencia entre uno y otro, aquí te damos unas pinceladas para que aprendas a distinguirlos. Vas a tene
El impuesto directo es aquél que grava (o penaliza) las fuentes de renta, propiedad o riqueza. Es decir es aquél que tienes que pagar por el mero hecho de tener nómina, de contar con una propiedad o tener un fondo de pensiones tienes. Dentro de este grupo, el más conocido es el Impuesto sobre la Renta, pero también está el Impuesto sobre el Patrimonio, sobre vehículos de tracción mecánica, el de Sucesiones o el IBI.
Los impuestos indirectos son independientes del dinero o rentas que tiene una persona. En este caso, por lo que se paga es por consumir.
Con ejemplos se entiende mejor: los impuestos que se pagan por fumar (Impuesto sobre las labores del tabaco), por comprar (Impuesto sobre el Valor Añadido-el IVA-), por beber, por echar gasolina al coche, etc.
Hay otros muchos de los que, probablemente, ni hayas oído hablar.