Ambos conceptos son unidades de medida utilizados en el lenguaje cinematográfico.
La toma se refiere a todas aquellas imágenes grabadas desde que se enciende la cámara hasta que se detiene. La toma se inicia siempre con la claqueta, para tener constancia de lo que se está rodando.
El plano son todas aquellas imágenes de la toma que seleccionamos y que consideramos útiles para nuestro fin narrativo. En el plano, por tanto, desechamos las imágenes de la toma que no nos interesan.