El número de televisores por habitante en Argentina aumentó aceleradamente desde 1952.
La segunda mitad del siglo XX fue la época de esplendor de la televisión en todo el mundo. El televisor era el centro de la vida de muchos hogares, como lugar de reunión, punto de información, medio de entretenimiento e incluso, vehículo de propagación de la cultura. A partir del siglo XXI, con la inclusión de Internet y las nuevas tecnologías de la información, la televisión tradicional deja de ser el medio rey en muchos países.
El televisor clásico es relegado por la pantalla del ordenador y otros dispositivos digitales, como los teléfonos móviles. El aparato de televisión en Argentina ha pasado de ser un lujo que sólo tenían algunos ciudadanos con alto nivel adquisitivo, a convertirse en un electrodoméstico más.
Según un estudio del Laboratorio de Industrias Culturales del Gobierno de Argentina, en 1952, año en el que se recopilaron las primeras estadísticas, en Argentina la población era de 17.876.954 habitantes y existía una cantidad aproximada de 7.000 aparatos de televisión. Por tanto el 0,05% de la población tenía un televisor.
En 1980, la cantidad ascendió notablemente. Argentina tenía 28.093.507 habitantes y existía un total aproximado de 5.141.020 televisores en los hogares. De este modo, el 1,83% de la población tenía acceso al servicio de televisión.
En 1998, Argentina ya sumaba 36.005.387 habitantes y el parqué de televisores ascendía a 8.965.245. El porcentaje ya es considerable, en torno al 24,9% de la población.
Y en el año 2000, en Argentina habitaban 36.783.859 personas y existían 9.490.014 televisores. El porcentaje de televisores por habitante es de 25,8%, es decir, 258 aparatos por cada mil habitantes.
La tendencia sigue siendo al alza, pero el porcentaje tiende a tener menos diferencias año tras año. Internet conquista poco a poco a otros medios de comunicación como la televisión, pero en 2010 el televisor sigue siendo el electrodoméstico preferido por las familias argentinas.