La primera tarjeta de felicitación navideña data de mediados del siglo XIX.

Las tarjetas navideñas, denominadas en el mundo anglosajón Chistmas Cards, se emplean desde el siglo XIX para felicitar a los familiares, amigos y conocidos en muchos lugares del mundo. Esas muestras de afecto mecanografiadas surgieron como un remedio muy práctico para felicitar de una manera rápida y eficaz a todas las personas conocidas, sin necesidad de visitarlas o tener que escribir a mano las cartas de forma personalizada. 

La primera tarjeta navideña fue impulsada por un importante empresario londinense llamado Sir Henry Cole, que cada año se encontraba con el mismo quebradero de cabeza de tener que felicitar las navidades a un numerosísimo grupo de personas. Por ello, encargó al ilustrador John Callcott Horsley el dibujo de las tarjetas; editando un total de 1.000 felicitaciones y vendiéndolas posteriormente.

El diseño de las tarjetas fue evolucionando, pasando de representar dibujos fantásticos sobre cualquier temática a contener motivos navideños en relieve, con melodías musicales o adornados con colores y complementos brillantes.

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