El caviar se coge con una cucharilla de nácar y se coloca sobre pan o sobre una tostada untada en mantequilla, así tal cual, para no aplastar las bolitas de caviar.
Si nos vamos a llevar el caviar directamente a la boca, es conveniente hacerlo con cucharilla de nácar y nunca con una de metal, ya que cambia su sabor.
En el caso de que sólo tengamos cucharillas de metal, cogeremos el caviar con dicha cuchara y lo depositaremos en el revés de la mano, bajo la unión del dedo pulgar e índice, y de ahí nos lo comeremos. Esta forma de comer el caviar es menos formal, pero nos permite disfrutar plenamente de su sabor.