La forma más extraña de cargar el móvil es con una camiseta.

La última novedad surgida en 2012, en lo que a cargadores de teléfonos móviles se refiere, ha sido una camiseta que sirve para traspasar la energía necesaria. En concreto, sus inventores han sido dos investigadores del Georgia Institute of Technology de Atlanta, llamados Zhong Lin Wang y Jong Min Kim; uno de ellos procedente de la institución y el otro de Samsung Electronics. El gran impulso para esta creación ha sido la cruda realidad, en la que miles de aparatos son desechados a la basura; pudiendo causar importantes consecuencias por su contaminación en el futuro. 

El componente decisivo para recoger energía ha sido el algodón, que fue sumergido en varias sustancias y sometido a variaciones de calor para obtener carbón activado. Posteriormente, le tocó el turno al nanómetro de óxido de manganeso. De esa forma, dieron con un componente perfecto para conducir la electricidad. La clave está en lograr extraer de la tela algún complemento que sirva para conectarse a los dispositivos, lo que pretende hacerse sin alterar la estética. 

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