Si no eres un deportista experimentado es probable que no tengas muy claro la diferencia entre un ejercicio aeróbico y otro anaeróbico, te lo explicamos.
Los conceptos aeróbico y anaeróbico son básicos en el deporte y, sin embargo, no todos sabemos con seguridad a qué se refiere cada uno de ellos. La principal diferencia entre ambos es la forma en que nuestro cuerpo obtiene la energía durante la ejecución del ejercicio: con oxígeno o sin oxígeno. Si nuestro cuerpo necesita oxígeno para realizar el ejercicio, este será aeróbico, si, por el contrario, no necesitamos oxígeno en la ejecución del ejercicio es porque este es anaeróbico. Si bien es cierto que siempre que hacemos deporte intervienen estos dos tipos de ejercicios, sí que uno de ellos va a predominar sobre el otro.
Por lo general los ejercicios aeróbicos son de media o baja intensidad y larga duración: caminar, correr, nadar... Este tipo de ejercicio es útil cuando se busca perder peso, pues el organismo quema grasas para obtener la energía necesaria para llevar a cabo el ejercicio.
Por su lado, el ejercicio anaeróbico suele ser de alta intensidad y corta duración: pesas, abdominales, flexiones... Este tipo de ejercicios sirven fundamentalmente para fortalecer los músculos y tonificar.
¿Qué tipo de ejercicio elegiremos? Pues dependerá de nuestro objetivo, aunque lo más recomendable es combinar los dos tipos y buscar un equilibrio entre ellos, de forma que quememos grasas y fortalezcamos nuestro sistema cardiovascular (ejercicio aeróbico) y a la vez tonifiquemos y fortalezcamos nuestros músculos (ejercicio anaeróbico).