Con la gran cantidad de información existe en Internet, es necesario realizar una escucha activa mediante herramientas antes solo al alcance de las grandes empresas.

Presentamos el tercero de los 12 mini-manuales sobre cómo vender en Internet. Están basados en el libro “SocialCommerce, 100 Consejos para Vender en Internet” que ha sido publicado en Algón Editores.

Convertir la información en conocimiento no es un paso sencillo. Saber analizar, depurar, organizar y valorar la información para que sea útil en la toma de decisiones es uno de los grandes secretos. La escucha activa debe estar al inicio de nuestra estrategia online.

Internet se ha convertido en un inmenso océano de información, un espacio donde la información pasada, presente, relevante, irrelevante, inventada, real, contrastada, maliciosa, tendenciosa, sobresaliente, detallada y distorsionada se mezcla sin barreras. El problema hoy en día no es el acceso a la información sino cómo convertirla en conocimiento. Para eso no nos vale nuestra buena voluntad, necesitamos herramientas que nos ayuden en ese proceso.

La evolución de las herramientas de escucha activa que nos ayudan a convertir la información en conocimiento ha sido espectacular. Empezaron como algo pesado y costoso al alcance tan solo de las grandes marcas, pero se ha universalizado rápidamente y ahora tenemos sistemas asequibles para todo tipo de empresas.

Las megatendencias aquí son dos:

* Por un lado big data. Es decir el volumen de datos que genera la humanidad se duplica cada año en un crecimiento que parece no tener fin. Antes teníamos información en papel y sobre todo textos y números, ahora son imágenes y videos, todo tipo de archivos y todo tipo de datos interrelacionados entre sí. Necesitamos sistemas de computación capaces de analizar esos datos y estructurarlo.

* La segunda megatendencia es el Cloud Computing. La tendencia es realizar ese tratamiento en la nube de tal forma que nuestro coste esté relacionado con el uso que hacemos del servicio. ¿Tiene sentido tener grandes equipos que solo estén utilizados al máximo ciertos días de la semana o a ciertas horas?

Pero lo más importante no es solo qué se analiza y cómo se analiza sino el para qué. Ahí entramos en la parte más complicada que supone el meterle inteligencia al proceso. Que esa escucha no capte solo ruido sino que sea una escucha activa que genere valor, que ayude en la toma de decisiones.

Con la escucha activa somos capaces de analizar los elementos que incluyen en la decisión de compra de nuestros clientes y también las estrategias de nuestros competidores. Todo está en Internet, al alcance de nuestra mano si sabemos escuchar y utilizar esa información.

Internet de la semántica es el internet que viene, el que interrelaciona conceptos y hasta emociones, el que es capaz de poner inteligencia al servicio de la toma de decisiones. Y nuestra empresa debe estar preparada para ello.

1