Aunque no lo parezca, esta pequeña fruta tiene multitud de beneficios para tu salud.
Que la fresa es una fruta deliciosa seguro que ya lo sabes, pero lo que a lo mejor no conoces son sus múltiples beneficios:
- Rica en vitamina C: una persona adulta necesita 60 mg. de vitamina C al día, pues bien, 100 g. de fresas satisfacen esta necesidad en su totalidad. La vitamina C tiene una potente acción antioxidante, protegiendo al organismo frente a los ataques de los radicales libres, que aceleran el proceso de envejecimiento y favorecen el desarrollo de enfermedades como el cáncer.
- Pocos azúcares: la fresa contiene una reducida cantidad de azúcar y, por lo tanto, su aporte calórico es muy bajo, lo que la convierte en un alimento ideal para dietas de adelgazamiento y personas que padecen diabetes.
- Alto poder diurético: la fresa depura el organismo, ayudando a eliminar toxinas y evitando la acumulación de líquidos.
- Rica en fibra: las fresas tienen un alto contenido en fibra, por lo que poseen un gran poder saciante y ayudan a regular el tránsito intestinal.
- Ayuda a regular el colesterol: la fresa tiene un alto contenido en ácido ascórbico, pectina y lecitina, que ayudan a mejorar la circulación sanguínea y previenen posibles enfermedades del sistema circulatorio y del corazón.
- Antiinflamatoria: la fresa es perfecta para tratar infecciones del aparato digestivo por sus propiedades antiinflamtaorias.
- Rica en vitamina A: la aliada para una piel elástica y joven.
La fresa es perfecta para disfrutar a cualquier hora del día y a cualquier edad: al natural, en ricos smoothies, con chocolate... Las posibilidades son innumerables y, lo mejor de todo, ¡ todas son deliciosas!
Imagen: Jeff Kubina.