Los niños perciben la diferencia entre actitudes positivas y negativas a la hora de afrontar determinadas situaciones.
La publicación “Journal Children Development” ha sacado a la luz un estudio que evidencia la influencia de los padres en la forma en que afrontan sus hijos las situaciones difíciles que se les plantean. Concretamente, la investigación consistió en el análisis del comportamiento de un grupo de niños (90) ante varias actividades, desarrollándose en la Universidad de Jacksonville y de California.
La experiencia trataba de mostrar a los niños una serie de historias en las que aparecían tres personajes con comportamientos opuestos (uno se enfrentaba a las situaciones de forma más positiva, el segundo era más negativo y el otro no se encontraba definido). Y la conclusión fue que los pequeños, entre los cinco y los diez años, perciben que afrontar positivamente una situación aporta una mayor satisfacción y un mejor resultado. Además, afirman que la actitud de los padres también será determinante en la forma de desenvolverse ante determinadas situaciones en el futuro.