Dedicamos este artículo a ofrecerte algunos consejos para que vuelvas de tus viajes con fotografías de calidad y sobre todo originales.
Uno de los problemas que tenemos a la hora de ver o realizar las fotografías de viajes es que nos damos cuenta de que esas imágenes las hemos visto en infinidad de ocasiones. Entonces, ¿qué podemos hacer para distinguirnos de los demás y hacer que nuestras fotografías se diferencien a las del resto?
Mi primer consejo es que las ciudades o lugares del mundo no se deben de recorrer, sino vivir. Debemos adentrarnos en su cultura, en su modo de vida, en su gastronomía, en sus gentes, etc.
Estas cosas son las que realmente hacen de un lugar un sitio único. Debemos fotografiar, por ejemplo, en qué momento se encuentra ese sitio, tanto política, como social y económicamente.
También he de recomendar ir cómodo y con un equipo reducido. Esto quiere decir que si llevamos nuestra cámara réflex por ejemplo, no llevemos una multitud de objetivos o filtros. Mi recomendación sería un objetivo zoom que vaya desde gran angular, hasta teleobjetivo.
De hecho, hay ocasiones en que incluso una cámara compacta es ideal para este tipo de fotografías.
Cuando nos enfrentemos ante un lugar emblemático, como un edificio reconocido mundialmente, tendremos que procurar buscar otro punto de vista que no hayamos visto: nuestro punto de vista.
Fotografía de unos limpiadores en el Atomium de Bruselas (Bélgica)
Por supuesto en nuestros viajes, pese a que huyamos un poco de lo común, no es malo realizar fotografías más habituales, más típicas de postales.