Constantemente escuchamos “hay que evitar el consumo de calorías vacías”, sin embargo, cuando intentamos llevarlo a la práctica no sabemos muy bien por dónde empezar.
Ya sabemos los efectos negativos que tiene sobre nuestro organismo el consumo de calorías vacías, pero ¿dónde están?, ¿qué alimentos y productos debemos evitar?:
- Refrescos: 330 ml., el contenido habitual de una lata, equivale a seis terrones de azúcar.
- Bebidas para deportistas y energéticas: no se diferencian mucho de los refrescos, tienen un contenido excesivo de azúcar y, sin embargo, insuficientes minerales.
- Zumos envasados: aunque se anuncien como ricos en vitaminas, también son ricos en azúcar refinada.
- Azúcar de mesa: es, en sí misma, “calorías vacías”. Sustitúyela por miel o azúcar integral, que, aparte de energía, te aportarán micronutrientes y, por lo tanto, no son solo calorías vacías.
- Galletas, snacks y golosinas: aquí incluimos también todo tipo de bollería industrial, así como cereales azucarados y helados. Desconfía de los mensajes publicitarios tales como “rico en fibra”, “rico en hierro”… y fíjate más en la etiqueta y su valor nutricional.
- Alcohol: al igual que el azúcar de mesa su único contenido consiste en “calorías vacías”.
- Frituras: evítala como medio de cocción y, además, no incluyas pan frito en ensaladas, sopas y cremas, utiliza frutos secos y semillas, que aportarán ese toque crujiente a tus platos, además de grasas saludables y minerales.
- Almíbares: su composición es agua y azúcar, así pues intenta utilizar versiones alternativas más saludables, compuestas por leche o zumo natural y miel.
- Aderezos y salsas industriales: kétchup, mayonesa… Opta por sus versiones caseras a base de huevo, aceite de oliva virgen, especias o yogur natural.
- Chocolate: y no es que el chocolate en sí mismo esté compuesto por calorías vacías, pero sí sus versiones con leche, blanco o en forma de chocolatinas. Elige chocolate negro sin azúcar, que conserva todas sus vitaminas y minerales.