Uno de los mejores regalos que puedes hacerle a tu pareja por San Valentín es preparar una cena romántica. Y qué mejor acompañante para esta cena que un buen vino. Pero, ¿qué vino elegir?: tinto, blanco, rosado…
Inclinarse por un vino o por otro, es muy personal, ya que hay mucho donde elegir y muy variado. Es por eso, que si queremos encandilar a la otra persona, deberemos de cerciorarnos muy bien de sus gustos. Es decir, si prefiere un vino tinto, un vino blanco o un vino rosado. Dentro de estos tres tipos nos encontraremos con una infinidad de marcas y clases. Por ejemplo, en los vinos tintos podemos encontrarnos con somontano, rioja, ribera…, mientras que en los blancos, ribera, albariño...; y en ambos, diferentes tipos de uvas: secas, dulces, semisecas… Un buen ejemplo de bodega, donde podrás encontrar una gama muy variada de tintos, blancos y rosados es la del vino Enate, de la Denominación de Origen del Somontano. Otro buen ejemplo sería la bodega Pirineos.
Antes de todo, necesitaremos planificar los platos, ya que dependiendo de la comida es recomendable elegir un tipo u otro de vino. Como regla general, si tu elección como plato principal es una carne roja, es aconsejable un vino tinto con buen carácter. En este caso, un vino tinto Montesierra crianza sería muy aconsejable si quieres acompañar al plato principal, con una tabla de fiambres y quesos frescos. De lo contrario, si te decantas por un pescado, sería más recomendable, por el conjunto de sabores, acompañar la cena con un vino blanco de la bodega Enate o un rosado bien frío.
Si acompañamos el plato principal con una tabla de quesos, en este caso deberíamos decantarnos por quesos más fuertes como el roquefort. En definitiva, la mejor opción y más recomendable sería elegir aquel vino que no cubriese ni compitiese con los sabores del plato.
Una vez hayamos elegido el vino y llegue San Valentín, para que todo salga perfecto debemos saber cómo servirlo. La temperatura es muy importante en este producto, por lo que tendremos que informarnos muy bien de la temperatura más adecuada a la hora de servirlo en la mesa. Por ejemplo, si tu elección se trata de un Enate rosado, un Montesierra tinto u otro vino blanco, será muy importante servirlo bien frío por lo que una cubitera sería aconsejable para poder disfrutar de la cena tranquilamente mientras nuestro vino se conserva bien fresco.
Al final, solo tendréis que brindar y disfrutar de un día tan especial para las parejas.