El verano es una época en la que parece imposible ahorrar, aquí te damos las claves para conseguirlo.

Llega el calor y nuestra principal forma de combatirlo es enciendo los aparatos de aire acondicionado y los ventiladores, lo que puede acabar disparando la factura de consumo eléctrico a final de mes. 

Uno de los primeros pasos para ahorrar cuando el calor aprieta es sustituir los aparatos de alto consumo por otros más eficientes cuyo consumo sea menor.

 

Por ejemplo, un ventilador eléctrico puede llegar a consumir más del doble de energía eléctrica que un aparato eficiente de aire acondicionado. Es decir, aunque un aparato de aire acondicionado de estas características requiera una inversión inicial mucho mayor que un ventilador, a largo plazo es mucho más rentable y nos hará ahorrar.

 

Otra forma de ahorrar en esta época del año es aislar nuestro hogar para mantener el frío, sacando el máximo partido a mecanismos que no consumen energía eléctrica, como toldos, persianas y cortinas.

 

Por supuesto, en verano olvídate de la secadora y aprovecha el buen tiempo para secar la ropa al aire libre e intenta lavar en programas fríos y cortos siempre que puedas.

 

Finalmente, unas recomendaciones generales que sirven para cualquier estación del año son:

 

  • Sustituir todas las bombillas convencionales del hogar por bombillas de bajo consumo.
  • Ducharse en lugar de bañarse.
  • Desenchufar los aparatos en stand by, pues sigue activo un “consumo fantasma” que acaba siendo un derroche energético.

 

Imagen: Aproximando Ciência e Pessoas.

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