El concepto “cocina para ingenieros” nace pensando en las personas que quieren recetas exactas llenas de datos en centímetros cúbicos y gramos. Yo empecé a usarlo al aprender a hacer tortilla de patatas.
Cocina para ingenieros es uno de esos términos que uno utiliza creyendo que está siendo original y pionero y, cuando va a Internet, se da cuenta de que ya lo están usando otros desde hace tiempo.
En mi caso, estaba con 40 años pensando un día que tenía que aprender a hacer tortilla de patatas. (Mi padre dice que la tortilla de patatas es la muestra fehaciente de que Dios existe, ya que es tan buena que es imposible que se la haya inventado alguien humano).
En ese momento (y ha cambiado poco), solo cocinaba lo que aprendí en mi época de universitario para sobrevivir: huevos fritos, tortillas sencillas, freír filetes, arroz blanco… y todo lo que se pueda hacer en la freidora.
Dicho y hecho. Me fui a Internet, busqué recetas de tortillas de patatas, y me puse como un loco. El primer día logré un revuelto… me faltó huevo. El segundo día decidí hacer tres tortillas y así experimentar con ellas hasta lograr el resultado. Y, ahí, me falló la sartén primero, me volví a quedar corto de huevos en la segunda... y fracasé las tres veces (en la fotografía siguiente puedes ver uno de los "problemas" típicos cuando la sarten y/o las proporciones no son las adecuadas: no se cuaja por los lados).
Me tragué mi orgullo y pedí ayuda a mi “jefa” y a mi madre (por separado, pero coordinadamente). Y el tercer día, lo conseguí. Eso sí, tenía en un folio por las dos caras apuntadas tantas cosas que las tuve que pasar a limpio.
Mi mujer, al ver “mis apuntes” sonrió y, entonces, le dije sin pensar. “¿Qué quieres?, yo soy ingeniero”… A partir de ese día, en mi casa usamos el término “cocina para ingenieros” de manera habitual.
De manera general, es un término “Cocina para ingenieros” que se utiliza cuando las recetas no incluyen frases como “una pizca de sal”, “un puñado de arroz” o “un poco de aceite”. En este tipo de receta se habla de gramos y de centímetros cúbicos exactos.
En mi caso, además, cuando hago, por ejemplo, tres tortillas, utilizo el peso para lograr la misma cantidad exacta de patatas en las tres… me da seguridad y el resultado no es malo (según dicen personas totalmente “objetivas” como mi mujer y mi madre).