Cuando decidimos empezar una dieta de adelgazamiento, muchas veces seleccionamos dietas demasiado estrictas que finalmente abandonamos.
Planifícate
Descubre cuál es tu peso ideal, para ello, puede servirte calcular tu IMC (Índice de Masa Corporal). Y planifica cómo vas a conseguir llegar a ese objetivo, por ejemplo, mi meta es perder 1,5 kg. a la semana. Fija un objetivo fácil de cumplir para que te motive subirte a la báscula cada semana, no es recomendable perder más de 2,5 kg por semana.
Fibra: tu gran aliado
El estreñimiento es el principal lastre a la hora de adelgazar y la mejor forma de evitarlo es consumir fibra a diario. Pero la fibra no solo nos ayudará a regular nuestro tránsito intestinal, sino también a sentirnos más saciados y no llegar con un hambre atroz a la siguiente comida. Consume a diario frutas, verduras, legumbres y cereales de grano entero.
2 litros de agua al día
Los líquidos son fundamentales a la hora de desintoxicar el organismo, intenta consumir dos litros de líquido a diario: agua, sopas, zumos, infusiones… Y por supuesto evita los refrescos azucarados y con gas.
5 comidas al día
Procura realizar cada día cinco comidas: tres principales y dos tentempiés (frutas, yogures desnatados, infusiones…). Así no llegarás con mucha hambre a las comidas principales y mantendrás tu metabolismo activo durante todo el día.
¡Camina!
Si no eres un deportista nato, camina cada día al menos 30 min. Ponte música y planifica diferentes rutas e intensidades para cada día de la semana.
Estos cinco consejos, combinados con una dieta sana y equilibrada, te asegurarán el éxito en tu objetivo de adelgazar, ¿a qué esperas?
Imagen: Alan Cleaver.