La carta de presentación es la compañera imprescindible para nuestro curriculum vitae. No solo lo complementa, sino que motiva al seleccionador a leer nuestro curriculum.
Un seleccionador de una empresa más o menos grande puede llegar a recibir decenas de curriculums en un día, cantidad que se incrementa de forma increíble cuando la empresa publica una oferta de empleo. Una carta de presentación marca la diferencia y llama la atención entre la uniformidad.
Aunque envíes varios curriculums a la vez, no caigas en el error de enviar siempre la misma carta de presentación a todas las empresas, genérica y vacía. La carta de presentación va dirigida a una empresa en concreto, con un perfil y un bagaje específicos.
A la hora de escribir nuestra carta de presentación hemos de tener en cuenta qué tipo de carta vamos a escribir. En general, existen dos modelos:
Candidatura espontánea
Con este tipo de carta contactamos con la empresa libremente, por nuestra cuenta, asumimos una actitud proactiva, lo que supone una gran ventaja de cara a nuestro seleccionador, pues estamos demostrando que somos una persona inquieta y con ganas de afrontar nuevos retos. En este tipo de carta tenemos que destacar nuestras principales habilidades: “¿Por qué tenéis que contratarme?”, “¿en qué puedo ser útil para tu empresa?”.
Respuesta a una oferta
Esta carta la enviamos como respuesta a una oferta de empleo publicada por la empresa. La mejor estrategia será, por lo tanto, destacar nuestras habilidades y nuestra formación relacionadas con el perfil solicitado por la empresa y marcar la diferencia respecto a nuestros competidores: “¿Por qué tenéis que contratarme a mí y no al resto de candidatos?”, “¿qué puedo ofrecer yo que no puedan ofrecer ellos?”.
En ambos casos, si hemos motivado a nuestro seleccionador, el siguiente paso será la entrevista de trabajo. ¿A qué esperas para escribir tu carta de presentación?
Imagen: Anonymous Account.