El Barrio de Belém ofrece varios de los rincones más interesantes de Lisboa
Es hora de salir un poco del centro de Lisboa. Desde la zona de la estación Cais do Sodre, se puede tomar un tranvía que nos traslada hasta el barrio de Belém. La parada está relativamente cerca de algunas de las pastelerías más famosas donde se sirven los afamados Pastéis de Belém. La historia es, que después de una revolución en el siglo XIX, se expulsó al clero y sus trabajadores. El Monasterio de Belém, para obtener algunos ingresos, puso a la venta unos pequeños pasteles.
Con el paso de los años, el monasterio comenzó a recibir visitas; mientras en la tienda cercana,se seguían vendiendo los Pastéis de Belém. Así, se inició una fructífera relación entre el barrio, el monasterio y el comercio que hoy día "obliga" a todo turista a hacer una parada para saborear y comprar dichos dulces. Dulces, que se pueden adquirir en diversos lugares, incluido en nuestro país; aunque la fábrica original sigue guardando la receta secreta que le da ese toque distinto tan sabroso.
No perdones una visita a la fábrica original a tomar un café y un pastel. No te preocupes por la cantidad de gente que haya por allí, el lugar es mucho más grande lo que sugiere su fachada.
Fotos de Manuel González