A pie o en vaporetto, necesitas tener energía para no dejarte ni un rincón detrás.

Ir a pie es una buena opción, y la única si uno quiere investigar todos los rincones y callejuelas de la ciudad. Recomendable un buen plano si no queremos perdernos en sus calles; que en ocasiones es un auténtico laberinto. Pero bueno, ¿nos vamos a ir de Venecia sin navegar por sus canales? No, y la primera respuesta es el Vaporetto, embarcación de transporte público que originalmente funcionaba a vapor, de ahí el nombre, claro. En los últimos años, se han implantado nuevos modelos que generan un menor desplazamiento del agua para evitar que el oleaje desgastara los cimientos de la ciudad. Y es que la cimentación y el agua es un grave problema que tiene a los italianos siempre vigilantes sobre posibles soluciones que alarguen la vida de sus edificios.

Si se prevé estar varios días en la ciudad, es conveniente informarse por abonos de transporte público; pues no es económico un viaje en vaporetto por la zona. Desde la Plaza de Roma hasta la Plaza de San Marcos, se puede ir por la laguna; bordeando la ciudad. Si queremos llegar al centro por el Gran Canal, también tendremos la posibilidad de hacerlo. Pero informémonos bien antes de montar. Los dos recorridos son recomendables. Uno te lleva hasta las puertas de "el salón más hermoso de Europa", mientras que otro te lleva por el canal entre góndolas y palacios. Una cosa es segura, algunos palacios e iglesias ofrecen su mejor vista si vas por el canal.

Fotos de Manuel González

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