Para acabar la visita a Londres, no puede faltar un gran paseo por la orilla del río Támesis.
Nos ponemos a la sombra del Big Ben y cruzamos por el Puente de Westminster, en el que giraremos a la izquierda para bajar al paseo. Justo ahí encontramos el gran County Hall, un edificio que hoy alberga el acuario de la ciudad entre otras cosas. Seguimos andando muy pocos metros para tropezarnos con el London Eye, la inmensa noria-mirador. Seguimos andando unos minutos más, pasamos por debajo de dos puentes y dejamos en la orilla a diversas embarcaciones, algunas restaurantes, hasta llegar al puente Blackfriars. Con buen tiempo esta zona estará llena de gente, tomándose incluso un aperitivo en algunos de los locales de la zona. Algo más adelante, el puente del Milenio y la Tate Modern. Es hora de tomar ese puente y cruzar de nuevo el río, donde nos espera en la otra orilla la cúpula de la Catedral de San Pablo, saludándanos entre los edificios.
El regreso por la otra orilla se puede realizar por el Paul's Walk hasta el embarcadero de Victoria, aunque lo mejor es seguir hasta el punto de la ciudad que te interese y dejar de seguir el río.
Fotos: Manuel González