La primera visita a un museo, si es que estamos en el centro de la ciudad, debería ser la National Gallery, con miles de obras, algunas muy conocidas (Van Gogh, Cezanne, Raphael, Canaletto, Caravaggio, Da Vinci, Monet, Velázquez…)
El concepto de museo es algo distinto al de aquí: salas de descanso, ordenadores para consultar cualquier cosa sobre el museo y el arte en general, restaurantes y tiendas relacionadas con lo que se expone siempre llenas de gente. Con deciros que había gente, ¡familias!, que se comían el bocata en la sala de descanso, al igual que nosotros, que siempre comíamos bocadillos para no gastar mucho tiempo a la hora de comer y aprovechar el día. se entiende el museo como lugar de ocio, como lugar para pasar el día. Tomemos nota. Un taxi londinense recubierto de publicidad, cada uno con anuncios encima. Luego, estaban los negros viejos de toda la vida. No nos atrevimos a coger ninguno porque es el medio público más caro para viajar, así que recomendamos el metro.
Otra cosa es que hay que acostumbrarse a lo de conducir por la izquierda aunque vayas a pie, porque cuando vas a cruzar una calle te quedas mirando al lado que no es y puedes tener problemas con el tráfico. Suerte que en el suelo ponen Look Left o Look Righ, por algo será.
Fotos: Manuel González