Desde corridas de toros hasta autos de fe de la Inquisición, esta plaza lo ha visto todo.

Realmente se llama Plaza de Pedro IV, pero se le conoce popularmente como "Praça do Rossio". Ha sido el centro neurálgico de Lisboa durante muchos siglos, y allí se ha celebrado de todo. Desde corridas de toros a festivales y autos de fe de la Inquisición. Hoy día, sus edificios "pombalinos" están llenos de tiendas de recuerdos y cafeterías.

Al norte de la plaza se encuentra el Teatro Nacional Doña María II, una construcción neoclásica de 1846. En el centro de la plaza se encuentra la estatua del Rey de Portugal Pedro IV, también primer emperador de Brasil.Las cuatro figuras femeninas representan a la Justicia, Sabiduría, Fuerza y Moderación. También hay dos grandes fuentes que adornan esta gran plaza.

Justo al lado hay otra Plaza, la "Praça da Figueira", algo más pequeña y con su propia estatua, esta vez la del Rey Juan I de Portugal. Tanta plaza y tanto rey junto puede hacer que nos confundamos, afortunadamente estos lugares suelen ser de paso para los viajeros, que pasan por aquí buscando la Plaza del Comercio o los barrios más pintorescos.

Fotos de Manuel González.

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