La agricultura ecológica tiene un objetivo, recuperar la tierra y trabajarla de forma respetuosa y sostenible. El abono verde ofrece esa posibilidad.
En la agricultura convencional, abonamos la tierra de nuestros huertos y jardinescon tratamientos químicos y fertilizantes. La alternativa ecológica es el abono verde, que consiste en sembrar plantas de las familias de las leguminosas o gramíneas, se entierran cuando están verdes, sin descomposición previa. Este hecho tan simple, mejora las condiciones físicas y químicas del suelo y su fertilidad natural, ya que activa la vida microbiana. Si se mezclan los cultivos, el efecto se multiplica de forma exponencial, comparado con el efecto de un solo cultivo. La descomposición es aeróbica, por eso hay que cortarla en verde y mantenerla en superficie, antes de enterrarla.
Lo más destacable es su capacidad de aportar nitrógeno al suelo, pero tiene un inconveniente, y es que al plantearse como una cosecha secundaria, respecto a las que son principales en la huerta, es mucha la competencia por el agua, por eso es necesario valorar las diferentes necesidades de los diferentes cultivos y utilizar de forma racional, el abonado en verde. El cultivo anual de las tierras les hace perder propiedades que recuperaremos a través del cultivo de las gramíneas y leguminosas, mejora considerablemente su materia orgánica, reponiendo las pérdidas del terreno.