Tienes que tener en cuenta y considerar en cada compra de calzado tres puntos esenciales: comodidad, calidad y elegancia.
Es algo habitual dejarnos llevar por el momento y las modas, y llevarnos a casa zapatos y complementos que, con el paso de los años te das cuenta, que sólo te has puesto una vez, o incluso que están sin estrenar. Tenemos zapatos ocupando espacio en nuestros armarios y sin tener la intención de usarlos, pero no los desechamos por ese pensamiento que nos viene inevitablemente a la cabeza “por si algún día los necesito…” Y ahí se quedan.
En épocas de crisis no podemos permitirnos acumular zapatos o comprarlos al "tuntún". Existen 10 tipos de zapatos debes tener:
1. Unas botas negras o marrones de tacón mediano, y muy polivalentes, para combinar con muchas prendas.
2. Unos stylettos de tacón medio para trabajar, que te ofrezcan elegancia y definan tu cuerpo.
3. Unas sandalias de “fantasía” para las fiestas de verano.
4. Botas de agua resistentes y de calidad para el otoño-invierno más lluvioso.
5. Zapatillas deportivas para hacer ejercicio o para ir al gimnasio.
6. Sandalias planas para momentos playeros o de paseos veraniegos.
7. Chanclas para estar en casa en verano.
8. Alpargatas para estar en casa en invierno.
9. Manoletinas de color llamativo para un look desenfadado y otras vestir. Siempre te pueden sacar de un apuro.
10. Unos clásicos peep toe en un color combinable con el resto de tu armario.
Independientemente de las modas, y de lo que se lleve o no, siempre es importante tener una base para nuestro armario, así no perderemos el tiempo. Obviamente siempre podemos tener más zapatos, pero partiendo de esta base tendremos funcionalidad asegurada y no una acumulación de calzado en un rincón.